LA OBEDIENCIA
CONSIDERACIONES PREVIAS.
- A los 6 años, el niño/a es capaz de colaborar en casa.
- Hacer algún que otro recado.
- Responsabilizarse de sus cosas.
- Gozar de cierto grado de autonomía.
- Debemos inculcarles el hábito de obedecer.
ALERTA ANTE DETERMINADAS CONDUCTAS.
- Desobediencia clara y rotunda: el niño/a se niega a cumplir nuestras órdenes o hace, precisamente, lo que le hemos prohibido desafiándonos.
- Desobediencia “camuflada”:
Dice que sí, pero no obedece
Busca excusas
Desobedece con comportamientos exagerados (golpea algo, da portazos, llora…)
¿POR QUÉ ES DESOBEDIENTE NUESTRO HIJO/A?
- En ocasiones los padres/madres estamos más pendientes de ellos cuando se comportan de manera inadecuada. A menudo desobedecen para llamar nuestra atención.
- Alrededor de los 8 años su capacidad de razonamiento se está desarrollando, por ello es normal que discutan las exigencias impuestas por sus padres.
- Están ocupados en una actividad más placentera que la que le proponemos.
- No oyen porque están distraídos con otra actividad.
- No comprenden lo que le mandamos.
- Están habituados a que acabemos haciendo por ellos lo que les pedimos.
- Saben que les repetiremos varias veces la indicación, antes de que ellos respondan.
RECOMENDACIONES PARA FACILITAR LA OBEDIENCIA.
Antes de que desobedezcan:
- Ofrecer opciones para que elijan una.
- No dar demasiadas instrucciones a la vez.
- Instrucciones claras.
- Usar un tono de vos agradable.
- Según la edad, explicar las razones por las que pedimos o prohibimos algo.
- Establecer rutinas.
- A partir de los 6 años podemos negociar las consecuencias del cumplimiento o incumplimiento, escuchando sus razonamientos, pero en caso de conflicto, los padres deciden.
- Daremos las indicaciones de manera positiva.
En el momento que nos desobedecen:
- Aunque estemos enfadados, debemos explicarles con objetividad y serenidad las ventajas de obedecer.
- A veces el sentido del humor puede ayudarnos a solucionar situaciones tensas.
- Asegurémonos de que haya entendido la orden.
- Escuchémosle cuando intente dar una explicación, pero sin entrar en debate.
- Retirarle los privilegios establecidos.
- Utilizar “tiempo fuera”.
- Retirar nuestra atención si contesta o hace gestos agresivos.
- Dejar pasar un tiempo prudencial y repetir la orden.
- Si la desobediencia implica acción peligrosa, pararemos físicamente la acción.
Olvera, Febrero 2010